martes, 31 de enero de 2012

Los felices 50

Repesco la noticia de un estudio, algo así como una encuesta en la que la gente (probablemente la población del bar de Moe antes del cierre) puntuaba su sensación de felicidad a lo largo de los años.
(Leche, no hay detalles. Además no encuentro el artículo.)

Pero sí recuerdo una hermosa gráfica como esas de la bolsa, en la que una línea se pasea de izquierda a derecha, acercándose y alejándose del eje de las abscisas, las que escinden con la edad.

Iba rodando abajo, rodando abajo, con altibajos, hasta lo más bajo, y luego, ya pasado lo más bajo, no tenía más remedio que subir, para no quedarse aburrida al nivel del mínimo.

¿Y cuál era el punto más bajo? Los 50 años.

Así que quería daros a todos los cincuentones la enhorabuena: estadísticamente vamos a mejón. Alegrad el cuerpo. Y a los cuarentaañeros: no desesperéis.
Curva de la felicidad
Curva de la felicidad: recreación artística

domingo, 29 de enero de 2012

Crecimiento a largo plazo

Hablamos de economía, de un asunto curioso: el crecimiento a largo plazo, siguiendo a Krugman / Wells, Introducción a la Macroeconomía.
Se dice que, en líneas generales, las economías en las que se producen mayores crecimientos de capital físico, de capital humano y de tecnología,  a la vez que garantizan que las entidades que producen estos crecimientos se vean recompensadas por sus esfuerzos, crecen más deprisa que las demás economías.

Las economías que parten de niveles más bajos (PIB real per cápita, GDP per capita) tienen más posibilidades de crecer más deprisa, en lo que se ha llamado la convergencia de las economías.

Sin embargo, desgraciadamente, la convergencia de las economías depende de muchas cosas, por lo que se puede hablar de éxito, decepción y fracaso.

Caso de éxito es el llamado milagro del sudeste asiático. Corea del Sur parte en 1960 de un PIB per capita real inferior al actual de la India. Sin embargo, creció durante más de 30 años a tasas del 7% anual, hasta ser hoy un país sólo algo más pobre que los países europeos o EEUU. Las tasas de ahorro, muy elevadas, han pemitido incrementar el capital físico; la educación, de gran calidad, ha incrementado el capital humano; y también en tecnología han disfrutado de importantes avances.

La decepción latinoamericana. El PIB real per capita de América Latina permanece estancado en el mismo periodo, hoy Corea del Sur es más rica que Argentina. Se indican como posibles causas la destrucción del ahorro mediante políticas inflacionistas, la desatención hacia el sistema educativo y la inestabilidad política, que "provocó nefastas políticas económicas". Muchos economistas en los años 80 señalaron un exceso de intervención del Estado en los mercados. Y Chile sí ha conseguido un rápido crecimiento.

El fracaso africano. En el África subsahariana hay una población de más de 600 millones de personas con niveles de vida semejantes a los de EEUU de hace cien o doscientos años. Pero además esas economías retroceden. Como causa se da una enorme inestabilidad política: guerras civiles salvajes y anarquía general. Imposible entonces cumplir cualquier condición previa al crecimiento. Hay quienes piensan, dice Krugman, que el nivel de pobreza de África la hace inestable. En cualquier caso es importante acertar con las políticas adecuadas que empujen en la buena dirección.

http://bcs.worthpublishers.com/krugmanwellsmacro/content/cat_030/lg_8_8/index.html

¿Y en España?
Durante los años del boom inmobiliario hemos gozado de enormes tasas de inversión, pero desgraciadamente ahora descubrimos que las inversiones en ladrillo se han esfumado, y como en buena parte no se realizaron a base de ahorro sino de deuda, pues vaya, no hemos llegado a ningún sitio pero lo debemos.
Pero la educación. Bueno, parece que eso no va muy bien:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/28/espana/1327772278.html
Seguro que la tecnología sí.

La erupción del volcán Galeras de 15/01/93

Siguiendo con la recuperación de comentarios anteriores a este blog:
Mi amigo Popper, a quien no tuve el gusto de conocer, escribe sobre una nueva ética profesional:

- Frente al ideal de poseer la verdad y garantizar la verdad por la autoridad científica, la idea de que no puede haber autoridades científicas.

- Frente a la intolerancia al error, que desemboca en el no reconocimiento del error y en el posterior encubrimiento, la idea de que es imposible evitar todos los errores.

- Debemos aprender del error, su encubrimiento es el mayor pecado intelectual.

- Aceptar las críticas con gratitud y criticar con humildad: el error forma parte de nuestra vida.

- La crítica debe ser específica e impersonal.

Y ahora una historia curiosa, en versión libre:

En enero de 1993 se celebró un congreso internacional de vulcanología en Colombia, en las proximidades del volcán Galeras.

Se presentó una ponencia que establecía un método predictivo de las erupciones basado en la frecuencia de unas ondas que se interpretaban como generadas por la penetración del magma hacia la superficie. Al hacerse más frecuentes anticipaban la erupción.

Según esta teoría la erupción del volcán Galeras era inminente.

Sin embargo. las autoridades científicas, la crema del Congreso, estaban instaladas en otro paradigma, por lo que se organizó una expedición al volcán el 15/01/93.

La erupción coincidió con la expedición: murieron 9 personas, de ellos 6 expertos en vulcanología.

La creación del mundo con fósiles

Recupero un comentario anterior a este blog, acerca del apasionante asunto de la creación del mundo con fósiles. Se cita en un librito muy recomendable: ¿Tenían ombligo Adán y Eva?, de Martin Gardner. Este Martin Gardner escribía en Investigación y Ciencia, y le divierte meterse con las patrañas oscurantistas y pseudocientíficas. En particular en este libro hay un puñado de artículos en esa línea. Os cito algunos: Urinoterapia, ¿Es el canibalismo un mito?, Carlos Castaneda y la antropología de la Nueva Era ¡Ay!, tiene uno llamado La deficiente teoría freudiana de los sueños. Es que el hombre este no es freudiano, se ve.
El artículo que coincide con el nombre del título cita, como "uno de los libros más raros que jamás se han escrito" el Omphalos (el título completo traducido era "Onfalo (ombligo): un intento de atar el nudo geológico"), publicado en Inglaterra en 1857. El autor era un zoólogo, Philip Henry Gosse, un fundamentalista que creía firmemente que el universo había sido creado en seis días, aproximadamente cuatro mil años antes de cristo. Gosse se dio cuenta de que los fósiles, los dientes, los anillos de los árboles, las conchas de caracoles y almejas, la erosión de los ríos, muchísimas cosas que deberían haberse creado en el momento cero ya expresaban preexistencia, una vida anterior, un crecimiento.
Entonces se le ocurrió una idea que Borges ha llamado "de monstruosa elegancia": la solución es que todas esas cosas son testimonio de un pasado anterior que en realidad nunca ocurrió. Decía: "a primera vista puede parecer ridículo, pero la verdad es la verdad".
Fenómeno.
Parece que el libro no se lo tomó nadie en serio, a pesar de ser prolijo y detallado.

domingo, 22 de enero de 2012

La soledad, sobrino

Un sobrino le había preguntado a Ramón J. Sender (que se dice sender, del sendero dit en català, nada de sénder, el enviador in english). Le había preguntado que cómo, de dónde podían salir los libros, las historias que escribía el tito Sender, a lo que éste le contestó lo del título de esta entrada: la soledad, sobrino.

Creo que la soledad es plural y varia más que cosa única, que hay soledades gustosas y soledades duras y dolorosas. Igual se parece al hambre, que dicen que no lo es si el que la tiene espera saciarse, pero en materias de soledad no tenemos por qué identificarla con desesperación. Viene en mi auxilio un místico hablando de "soledad sonora", San Juan de la Cruz:

Mi Amado las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos,

la noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.

Batuecas
Desierto de San José de las Batuecas

No entiendo muy exactamente qué quiere decir en la segunda estrofa, estaré agradecido a quien me lo aclare, pero en todo caso habla de una soledad gustosa, maravillosa, puede decirse, una soledad que quizás habla con la voz del Amado.

Un día descubrimos, eso creo, que la soledad hay que dosificarla, como tantas cosas de la vida, y entonces nos es querida.


sábado, 21 de enero de 2012

El rock de la calle Feria

El rock de la calle Feria

20/01/12, XVIII reunión de la Tertulia Literaria Estacional (falta el nombre de un prócer, quizá su preclaro fundador).
El libro del que se trata es El rock de la calle Feria, de Francisco Gallardo. Coinciden casi todos los asistentes en que se lo han leído, el autor más que ninguno, casi todos los lectores en que con gusto, casi todos los con gusto en que así es Paco, Francisco Gallardo, y en que así éramos cuando rulábamos veinteañeros por los lugares de la capital hispalense allá por el 78. Estamos encantados de ser los protagonistas, de que Paco haya reflejado aquel lenguaje sentencioso elaborado a base de progresía hibridada con jipismo, todo bañado de yerbas y resinas aromáticas.
Podría decirse entonces que nuestra imparcialidad está comprometida, pero en nuestro caso somos imparciales natos. Es que lo valemos.
El libro contiene una hermosa historia de amor en la que la heroína defiende el ejercicio de su libertad, con valentía admirable. Otra heroína más perra rastrera, sin embargo, ganará posiciones en el ranking de protagonistas. No digo más, que los lectores lean y saquen sus conclusiones.

Publicado por Algaida Editores, de Grupo Anaya, primera edición de 2008, más vale tarde que nunca. 

jueves, 19 de enero de 2012

Todo el cuerpo recubierto de bronce pavoroso

Vale, de momento no he sido capaz de escribir este cuento, ni siquiera el título vale, copiado tal cual de la Ilíada: fíjate de momento en el lenguaje poderoso que hay que recrear. Quizá una tormenta seca hace que un rayo fulmine a un personaje del que Homero no dio cuenta; el rayo de Zeus resonando en la broncínea lanza, en la coraza que ya busca el suelo, aprisionando a un guerrero muerto.
Señal del cielo que cuenta nuestro héroe secundario.
Están junto al Escamandro; el héroe cuenta cómo la pasada noche estuvieron celebrando la muerte de Patroclo, el bello amante del bello Aquiles, a manos de Héctor. Cómo el vino fue abundante y también el deseo de emborracharse, de aplacar el miedo amontonado día tras día.
Recuerda su casa, caricias juveniles de una amada.
Al levantarse tiene los sentidos embotados, los nervios y el cerebro marinados en alcohol no cumplen bien su función coordinadora de los movimientos, aunque de eso habrá que encontrar una metáfora menos anacrónica.
Cuenta cómo ve torpemente que hay carreras, revuelo, pero su pasmo lo mantiene clavado al sitio hasta que oye un furioso grito mientras que a él se dirige un enemigo todo armado, blandiendo la lanza que le pasa rozando  el cuello; que el enemigo le da muerte, ya veremos de qué horrible modo.

Cuenta cómo ahora su cuerpo despojado va a ser alimento de los perros.

domingo, 15 de enero de 2012

Confundir valor y precio

Dejó dicho Don Antonio Machado, Es cosa de necios confundir valor y precio. Luego se fue, rimbombantes aún los ecos de su sentencia.
(Vaya por delante que admiro la capacidad lírica de Don Antonio. Los juegos florales que hago a continuación sólo cuestionan su visión valorativa.)

El precio, eso que se paga para comprar, que se recibe por vender, ¡en el mercado! El mercado, ¡puaf!, ten lleno de moscas sobre mi calva gentil. Tan poco refinado. La gente compra y vende y se encuentra a un precio. La gente, ¡esa chusma! Puaf de nuevo.
Ya el precio es cosa de necios, piensa Don Antonio: un día las naranjas están a 2 y otro día a 0,3, ¡pero si las naranjas son las mismas! Y la injusticia, piensa, las naranjas en Valencia tienen un precio muy inferior al que tienen en Holanda, ¡especulación! Diablos de comerciantes, que las llevan a Holanda para ganar dineros.
El precio es un signo cambiante e inconstante, y como las cosas cambiantes e inconstantes, no merece ser tomado en serio.
Pero los valores son otra cosa. Don Antonio ensayó primero una frase rimbombante y sentenciosa: El precio es cosa de necios, pero el valooor... ¡Eso sí!
Pero no quedaba muy rotundo, así que siguió pensando, pensando...
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
El mercado. En un cartel
se ven los precios: ortiguillas,
doncella, faneca, jurel,
qué caras las pescadillas...
Luego rehízo parte de estos versos y metió a Caín y Abel, inconscientemente, por los precios y el valor, la forma perversa frente al fondo redondo e inmutable.
Las cosas tienen una esencia, unas cualidades intrínsecas, inmutables. El valor, los valores, que son eternos, residen en el fondo de las cosas. No se llevaba entonces la palabra sostenible, pero Don Antonio la intuyó: valores eternos, imposible más sostenibilidad. ¿Cómo vamos a aceptar que el capricho de los hombres  decida qué es valioso y qué no lo es?
Una zanja larga y fría
costó hacerla diez jornales
Pero quién ha hecho ahí esa zanja, hay que taparla, han caído ya dentro tres ancianitas y un operario. Siete jornales costará taparla, con la tierra bien compactada. ¿Cuál era el valor de la zanja? Zanjemos este asunto.

Valores eternos, imponderables.
Los precios, cosa de números: anda por ahí el escurridizo Mercurio, el de los pies alados, protector del comercio.

sábado, 14 de enero de 2012

Cheiros de Lisboa

Me reconozco olfativo, alguien dirá que Perra vida, pero no tanto. Recuerdo un viaje por el sur de Portugal cuando me llegó olor de pieles verdes de almendra, como en mi infancia de veranos en Altea.

Y estos días me vienen recuerdos de Lisboa, de sus olores, que entresaco de Lisboa, livro de bordo, de José Cardoso Pires, que tan bien los supo contar, pois então:
- peixe de sal e barrica nas lojas da Rua do Arsenal
- da maresia a certas horas das docas do Tejo
- do verão nocturno dos ajardinados da Lapa
- dos armazéns de aprestos marítimos entre Santos y Cais do Sodré
- do peixe a grelhar em fogareiro à porta dos tascos (ah, quién pudiera darle a este tasco olores a vinho y a peixe a grelhar, según las horas)
- no inverno, pelas ruas,o cheiro fumegante das castanhas a assar nos fogareiros dos vendedores ambulantes

Del Ricardo Reis de Saramago vienen olores antiguos de mercado en Praça Figueira, junto al Rossio: mil olores intensos, a col aplastada y mustia, a excrementos de conejo, a plumas de gallina escaldadas, a sangre, a piel desollada.

Este Ricardo Reis (no sé si lo hizo el de Pessoa) se alojó en el Hotel Bragança, que estaría abajo de la rua do Alecrim, muy próximo a la rua do Arsenal, donde huele a pescado en sal. Hoy no se ven rastros de este hotel.


¡Taxi!
A Bragança, Tras-os-Montes. Perto do rio, ah, no, perto do Castelo.

lunes, 9 de enero de 2012

La marisma del Gran Río del Sur


Por el Gran Río del Sur suben y bajan sábalos y albures, también barcos, barcas y barquillas, atentos a cómo suben y bajan las mareas. Pero ya el mar, que se remansaba en el Lacus Ligustinus, no llega a Sevilla; al pie de los muros del Alcázar lo esperamos inútilmente desde hace apenas veinte siglos. Te lo dije, Niño, no tires la tierra al mar.

Marisma Isla Mayor

Pasando a la margen derecha y tirando hacia el Sur nos adentramos en terrenos marismeños, en invierno descansando de sus trabajos, pero a lo largo del año puedes ver sus hojas inundadas sobre las que va creciendo el verde, marea verde que luego amarillea y da el arroz, que será tragado por monstruos mecánicos que zumban en la distancia.
Es ésta  una zona de poblamiento relativamente reciente, transformada para el cultivo de arroz desde el primer tercio del XX. Isla Mayor población, que se llamó Villafranco del Guadalquivir hasta 2000, se estableció en 1956. Ahí está en medio de los arrozales.
Aquí se han mezclado costumbres gastronómicas del Levante y del Poniente: Camarones con pimientos, anguila frita, boquerones rellenos, arroz caldoso con pato, mújol (albur) frito.
Y si tomas la carretera de Villamanrique, hacia el O, un poco al N, a menos de 3 km desde el borde del pueblo llegas al muro de defensa de la margen izquierda del Brazo del Oeste, y entre los dos muros se puede ver algo así como la marisma en estado original. Pasan patos o qué se yo qué aves formadas en V, se diría que al atardecer se retiran hacia los pinos de Aznalcázar.
Es día de luna llena, y hoy le toca oponerse al sol: el sol se pone por el Oeste, tiñendo el horizonte y los campos encharcados; la luna ha salido por el Este, pálida en el horizonte violeta. Seguramente atados por debajo de la Tierra, al subir la luna arrastra al sol a su abismo marino.