jueves, 30 de mayo de 2013

Un poco de country y western

Minnie Pearl
Sigo en Coursera con  History of Rock, Part One. Recojo ahora algunos tubos sobre Country y Western y aliño unos comentarios: espero no decir demasiadas barbaridades. Parece ser que el Country vivía al Sureste, por los Montes Apalaches, mientras que el Western vivía al Suroeste, en la dorada California, y se conocieron a mitad de camino, en Nashville, Tenessee, y desde entonces se hicieron inseparables. Se conocieron gracias a la radio, que los transportaba hasta áreas de solapamiento. Y allí en Nashville la potente emisora WSM lanzaría el Country & Western espurreado por un amplio territorio, a través del show Grand Ole Opry. La radio, que convirtió el hundimiento del Titanic en una tragedia en directo, iba a ser ahora Celestina de estilos musicales, comadrona de nuevos mestizos, covers y crossovers. Algunos:



Country
The Carter family, Wildwood flowery una que todavía en los años 70 cantábamos chicos y chicas con mucho sentimiento Can the circle be unbroken
Western
Jimmie Rogers   Travelin’ blues


El show Grand Ole Opry extendió la música y la cultura Country & Western, y también una visión humorística e irónica de éstos. Por ejemplo, Minnie Pearl caricaturizaba el ambiente Country & Western; inventó, ¡antes que Homer Simpson!, el gorro puesto en la cabeza, su sitio, pero con la etiqueta del precio colgando de su guitita: que se sepa lo que he pagado por él, caramba, que no soy yo una cualquiera.

jueves, 23 de mayo de 2013

Before Rock and Roll


Cole Porter

Ya lo he dicho aunque de otro modo: soy un converso al  COURSERA. Un adepto sin paliativos.
Por puro entretenimiento y curiosidad me he apuntado a un curso llamado History of Rock, Part One, y de las primeras lecturas he seleccionado unas notas para buscar en el tubo. Eran tiempos en que la canción era más importante que el intérprete, tiempos en que la radio unía, por ejemplo por ejemplo, a un granjero de Oklahoma y a un obrero de Detroit, que escucharían a la vez la misma canción. Cole Porter escribió muchísimas canciones de éxito de estos tiempos, también Gershwin. Vamos a referirnos a lo que fue la corriente principal, mayoritaria, la llamada mainstream pop.
Vamos a ver:
Bing Crosby:  Only forever Swinging on a star
Paul Whiteman con la  Rhapsody in blue de G. Gershwin. (El Porgy and Bess de Gershwin merece capítulo aparte).
Benny Goodman en Sing, sing, sing Qué marcha.
Glenn Miller, In the MoodString of pearls
Duke Ellington, I don't mean a thing
Count Basie, Swingin' the blues
Andrew Sisters, Rum and Coca-Cola
Mills Brothers, Sister Swing it, sister. Waw!
Frank Sinatra, All of meNancy (with the laughing face) (dice la leyenda que Frank Sinatra adoptó esta canción desde que unos animadores la cantaron en el cumple de su hija, y que la canción en sí había servido para las Nancys y Elisas y Emmas y Emilys y todas las cumplidoras con sólo poner su nombre en el espacio en blanco)
Hace algunos meses hablábamos aquí de la canción Don't fence me in
Ay. Hay que nombrar al gran guitarrista, pionero experimentador de las grabaciones en pistas separadas que grababa sucesivamente, padre de la primera guitarra eléctrica sin caja: Les Paul
Conformémonos de momento con estos apuntes.

martes, 21 de mayo de 2013

José Cardoso Pires (y Lisboa)



Dicen que José Cardoso Pires nació en la villa de São João do Peso, municipio de Vila de Rei, en el distrito de Castelo Branco el 2 de octubre de 1925. Murió en Lisboa el 26 de octubre de 1998. Si le preguntamos a él dirá que “por acaso, até sou de Arroios. De Arroios, pois, de Arroios.” Y eso es Lisboa. Dice: Infância de janela e solidão. José Cardoso Pires fue un Lisboeta, un alfacinha lechuguino, un lísbio. He leído algunos libros suyos: O hóspede de Job 1963; Lavagante, encontro desabitado, póstumo sobre material de 1963 a 1968; O Delfim 1968 (se llevó al cine); Balada da Praia dos Cães 1982; Lisboa, livro de bordo 1997. Y creo que el maestro va ganando con el tiempo, desde un Hóspede lleno de tópicos a un Lisboa concentrado, cargado de la ironía fechada que canta del lisboeta, de una lírica que se orienta a objetos nada grandiosos, sino más bien de barrio y de taberna.
E acima de tudo há a voz e o humor, o tom e a sintaxe, aquilo que te está, cidade, mais no íntimo. Falo, é claro, do imaginario vocabular e da construção da frase que por si sós se fazem ironia. Ah, sim, uma ironia arguta e tão fechada que pode ir de elogiar em travessura à provocação de mau destino, tal qual como o calão em constante mutação de cada bairro.
Es sobre todo en Lisboa, livro da bordo donde se le ve a él mismo mientras habla de Lisboa, de corvos penteados aos pulinhos, como seguramente él era un homem penteado luzidio y perfumado de Varón Dandy o algo así: peinado con fijador, perfumado de penetrante olor, dandy en sus movimientos medidos pero también mecánicos. Lechuguino que admira o cuspir fininho lisboeta, tantas cosas que yo podría decir que detesto y sin embargo, acompañadas de su fina ironía, de su grandeza sólo arrabalera que podría ser modestia, ya no detesto. También es verdad que el olor a tabaco y a litro y medio de varón dandy (así en minúsculas genéricas) está tan lejos tan lejos que no me molesta.
El Cuervo de esta taberna le debe la vida, podríamos recordar.
Y de Carlos do Carmo dice que, después de Marceneiro y de Amália es quien mantiene la entonación singular de Lisboa en su fado nativo y de barrio.
Cógete el Lisboa, livro de bordo y acércate por Lisboa en cuanto puedas, antes de que se acabe el mundo.

sábado, 11 de mayo de 2013

Asoma el verano


¿Hay alguien por aquí? Cuánto tiempo, sí, es que me ha pillado el verano. Sí, podía haber hablado de Lisboa, que en abril después de las lluvias mil se puso guapa primaveral recostada entre sus colinas. Pero me pilló el anticipo del verano sureño este, que no me sienta. Luego alivió, ahora calienta de nuevo, la semana que viene aliviará desde el jueves si el pronóstico se cumple, pero en ese ir y venir de apretones y de alivios se va subiendo, subiendo, desde los inocentes 30º de abril a los 43 que están por ver pero se verán. Todo se irá recalentando, las casas, las calles, la masa de terreno hasta el infierno, y las noches no serán bastante largas para refrescar. Eso es lo que va viniendo. Habría que ser flaco, flaco, sin un milímetro de manto adiposo para poder evacuar el calor corporal y mantener el cerebro relativamente activo, pero no es mi caso. Otra posibilidad sería pegarse a la cabeza con pomada térmica un disipador de CPU: una idea que apunto para la industria.
Esta mañana temprano se oían junto a la Catedral cánticos amplificados de Ave María, se veía gentío de locales y guiris; también una procesión con sus insignias y guiones y pendones y banderas y estandartes o como se llamen. La Virgen de los Reyes vendría detrás.
A algunos les gusta el calor: las polillas proliferan y los gorriones las adoran: es corriente la imagen de una polilla revoloteando bajo, quizá ya herida por el pico ávido del gorrión, que la persigue a saltitos. También hay encuentros en el aire. Parece que a los gorriones les entusiasma el asunto y que a las polillas no; entrevistemos a este gorrión: señor gurriato, ¿qué opina de las polillas? Pues nada, pollo, ¿qué quiere que le diga? Que no me diga, que no me diga pollo. Pero usted me llamó gurriato, vamos, pollo. Ah, disculpe, ¿y las polillas? Pues son esquivas, un poco casquivanas si acaso, pero ricas, ricas, porque como están tan gorditas pues tienen mucho alimento y esas cosas tan nutritivas, que nosotros pasamos muchas privaciones y muchas carencias y el Ayuntamiento no nos pone comederos para que comamos y podamos criar y nuestros gurriatos también coman. Ah.

No tengo foto de gorrión, así que pongo ésta que tiene muy buen color.