sábado, 29 de diciembre de 2012

Sanlúcar de Barrameda: cantiga 371



Sanlúcar de Barrameda se asoma desde el mar al río Guadalquivir. Siglos de tripulaciones de barcos se han santiguado en su idioma y religión al aproximarse a la broa de Sanlúcar, rumbo a la ciudad de Sevilla donde abundara el oro y la plata transferido de los barcos. En los bajos y rompientes de la broa naufragan las naves, llenas de carga (ahora el canal de entrada está balizado para no amontonar más pecios).

Mucho antes de que Sanlúcar floreciera en el s. XV gracias al comercio y la navegación y luego en el s. XVI por el tráfico marítimo con América, fue repoblada por Alfonso X. Y Alfonso X la cita en su cantiga 371, y aquí me detengo, gustosamente enredado en este habla que no es aún castellano ni gallego-portugués. Cuenta D. Alfonso que venía de Sevilla una embarcación menor, una pinaça, cargada de harina, de hombres, de mujeres, y de tan cargada se hirió con las rocas del fondo y hubo de perecer. Todos murieron, menos una mujer que invocó a la Virgen, Santa María del Puerto, pidiéndole que la librara de la muerte, por su gran poder. Entonces se tumbó en un saco de harina que era muy pesado y se convirtió en ligero como la paja, y sobre él navegó hasta llegar a Sanlúcar, y ea.

Aquí está la  Cantiga 371 cantada

Y la letra:


Como Santa Maria do Porto guariu a moller
que perigoara da pinaça e caera no mar.

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Pero direi un daqueles que pouco temp' á que fez
mui grande e mui fremoso esta Reynna de prez
en Barrameda, que éste muit' a preto de Xerez;
e polo mellor saberdes, oyde-mio a lezer:

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Quando el Rey Don Affonso pobrava aquel logar
do Porto da Santa Virgen e fezera ja lavrar
a ygreja, e vera y de Sevilla per mar
por veer como pobravan e aver ende prazer,

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Muitas gentes y viinnan a aquel logar enton,
os us en romaria, avend' i gran devoçon,
os outros pera pobrarem e por averen quinnon
das herdades que partissem, segundo podess' aver.

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Outros viinnam per lavraren e gãar y seu jornal
que lles davan por britaren pedra ou por fazer cal
ou por lavrar na ygreja da Sennor espirital;
e poren de muitas partes viinnam y guareçer.

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Porem per mar e per terra punnavam y de vir
muitos e de longas terras, e por quant' yam oyr
que os mortos resurgia e os doentes guarir
fazia ali a Virgen, e yam-no y veer.

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Onde foi que de Sevilla ha pinaça chegou
carregada de farinna, e d'omees y entrou
companna e de molleres, e tanto sse carregou
que feriu en as penas e ouve de pereçer,

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Assi que morreron todos quantos andavam ali;
mais ha moller y era e chamou, segund' oý,
Santa Maria do Porto, dizendo: «Eu vou a ty;
porem livra-me de morte pelo teu muy gram poder.»

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Quando aquest' ouve dito, travou logo manamam
dum gram saco de farirma e deitou-ss' em el de pram
de peytos; e macar era mui pesado, tornou tam
leve come se de pallas fosse por non se merger.

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

Ant' ya sobre la agua como se fosse un batel,
e ela ençima dele, chus liviãa que froxel,
chamando: «Santa Maria, Madre de Deus Manuel.»
Assi chegou a Sam Luchas, u a foron reçeber

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.

As gentes aa ribeyra. E pois que souberon ben
seu feit' em com' escapara, loaron muito porem
a Madre de Jhesu-Cristo, que o mund' en poder ten,
e ela foi-ss' ao Porto aa Virgen offereçer.

Tantos vay Santa Maria eno seu Porto fazer
de miragres, que trobando non poss' os mos dizer.





domingo, 16 de diciembre de 2012

Don't fence me in

Ayer sábado me despertaba una versión de Don't fence me in que ponían en Radio Clásica. No me encierres. Uno de los grande éxitos de Cole Porter que cantó medio mundo. No me encierres, que soy un vaquero amante de los campos abiertos, sin vallas que los cierren, no me pongas vallas.

Tengo por ahí una versión de David Byrne, a ver qué encontramos por los tubos.
Aquí está la versión de Byrne

Cuando el sheriff  anuncia Te voy a mandar a la cárcel, el vaquero canta, grita. Tierras extensas, la brisa al anochecer, el murmullo de los chopos, arriba el cielo estrellado, el caballo y la vieja silla de montar, contemplar la luna, no soporto las vallas, no quiero trabas. Déjame que me pierda. No me encierres. Y lo mismo le dice a la muchacha sweetheart que le endulza el corazón cuando ella le pide establecerse, asentarse   por fin.

DON'T FENCE ME IN
Wildcat Kelley, looking mighty pale,
Was standing by the sheriffs side
And when the sheriff said Im sendin you to jail,
Wildcat raised his head and cried

Oh, give me land, lots of land under starry skies above,
Don't fence me in.
Let me ride through the wide open country that I love,
Don't fence me in.
Let me be by myself in the evenin breeze,
Listen to the murmur of the cottonwood trees,
Send me off forever but I ask you please,
Don't fence me in.

Just turn me loose, let me straddle my old saddle
Underneath the western skies.
On my cayuse, let me wander over yonder
Till I see the mountains rise.

I want to ride to the ridge where the west commences
Gaze at the moon till I lose my senses
I can't look at hobbles and I can't stand fences
Don't fence me in.

Wildcat kelley, back again in town,
Was standin by his sweethearts side,
And when his sweetheart said come on lets settle down,
Wildcat raised his head and cried

Oh, give me land, lots of land under starry skies,
Don't fence me in.
Let me ride through the wide open country that I love,
Don't fence me in.
Let me be by myself in the evenin breeze
Listen to the murmur of the cottonwood trees
Send me off forever but I ask you please,
Don't fence me in

Just turn me loose, let me straddle my old saddle
Underneath the western skies
On my cayuse, let me wander over yonder
Till I see the mountains rise.

I want to ride to the ridge where the west commences
Gaze at the moon till I lose my senses
I can't look at hobbles and I can't stand fences
Don't..... fence me in.

El Pisuerga

Aunque los ríos van a parar al mar no son el mar (Hermes Tremebundo).
Algo así le pasa al Pisuerga, que nace en la montaña palentina, da apellido a Cervera de Pisuerga, se embalsa hacia Aguilar de Campoo, y busca el límite de la provincia de Burgos y el Sur más soleado. Mientras, el río Carrión, que también nace en la montaña palentina, busca el Oeste y luego el Sur. Pasa por la ciudad de Palencia y poco después el Pisuerga le cierra el paso y captura sus aguas, casi 600 hm3 al año que se lleva para Valladolid, el pillo, haciendo eses.
Hay un visor SIG para el Duero con el que se puede juguetear:
http://www.mirame.chduero.es/DMADuero_09/index.faces

En la página de la cuenca del Duero: http://www.chduero.es/Inicio/tabid/124/Default.aspx



lunes, 10 de diciembre de 2012

Palencia

Por esta época Palencia se cubre de cielos grises y las temperaturas se asemejan a las del interior de los frigoríficos, una media de 4,2 ºC en diciembre. Sin embargo, estos días de puente ha habido hermosos días soleados y azules y temperaturas extraordinarias de hasta 8 o 10 ºC. Hay que ir preparado, también para calefacciones que hacen palpitar las orejas.
La población de Palencia pasa algo de los 80.000 habitantes. Da sensación de ciudad tranquila, rica, cuidada, limpia, animada. Con Valladolid, que está a solo 47 km y que pasa de los 300.000 habitantes forma una, cómo era, megápolis (sin llegar a la megapolidad de otras megápolis multimillonarias en habitantes) castellana. Con los programas SIG (Sistemas de Información Geográfica) tan de moda, que te pintan sobre el mapa unos círculos, por ejemplo, de radio proporcional a la población, podemos conseguir dos pelotillas que se toquen, siendo Valladolid una pelotilla cuya gordura sería casi cuatro veces la de Palencia. Las dibujaremos en rosa. El color de los lechazos ya pelados.
Se come de maravilla; se cultiva el picoteo. El vino: Palencia, que también fue tierra de vinos y volverá a serlo, se sitúa muy próxima a las Denominaciones de Origen de Cigales, de magníficos tintos y claretes, de Rueda, con blancos de moda como los de la variedad verdejo; de Ribera del Duero, con tintos soberbios; de Toro, tierra de tintos subidos de tono. Y podemos seguir saltando casi sin interrupción hasta los siete mares, que serían, Atlántico, Cantábrico, Mediterráneo, el mar de olivos anadaluz, la dehesa salmantina, y así hasta siete.
El Pisuerga, aprovechando que pasará por Valladolid, es fertilizado por los palentinos con moderación castellana. Viene de las hermosas montañas nevadas pasando por Cervera de Pisuerga, acogedora de senderistas y cuatroporcuatristas amantes del charquing. El Norte palentino cuenta con numerosísimos conjuntos e iglesias románicos de belleza singular. Citaré solo uno, muy singular, el Convento de San Andrés del Barranco, en el que reside una comunidad de monjas cistercienses. La visita a su claustro es guiada por una monja que hablará con conocimiento del Convento y su historia, de la Orden, del entorno histórico de lo anterior. Esta monja tan cultivada nos dirá algo que hemos leído por otro lado: el románico se conserva gracias a la pobreza de los tiempos posteriores. Porque si no, todo se habría derribado para actualizarse a otras modas más del día, eso no es nuevo en los humanos.
Palencia está atravesada de Este a Oeste por el Camino de Santiago, ah, pero lo siento, eso no me ha dado tiempo.
Palencia capital está salpicada de románico, de gótico. Entre hermosas calles y plazas, salpicadas también de bares donde picar, de jardines donde respirar.
La gente me ha parecido amable y bienhumorada, elegante en el abrigo, muy sociable. Hay que repasar.
Ya sé que me dejo casi todo, como siempre.













PS.- He puesto una foto de la interesante Iglesia de San Miguel, con su torre almenada que jamás podrá tomar el malvado Lucifer, ni siquiera a culadas y a rabadas.