lunes, 10 de diciembre de 2012

Palencia

Por esta época Palencia se cubre de cielos grises y las temperaturas se asemejan a las del interior de los frigoríficos, una media de 4,2 ºC en diciembre. Sin embargo, estos días de puente ha habido hermosos días soleados y azules y temperaturas extraordinarias de hasta 8 o 10 ºC. Hay que ir preparado, también para calefacciones que hacen palpitar las orejas.
La población de Palencia pasa algo de los 80.000 habitantes. Da sensación de ciudad tranquila, rica, cuidada, limpia, animada. Con Valladolid, que está a solo 47 km y que pasa de los 300.000 habitantes forma una, cómo era, megápolis (sin llegar a la megapolidad de otras megápolis multimillonarias en habitantes) castellana. Con los programas SIG (Sistemas de Información Geográfica) tan de moda, que te pintan sobre el mapa unos círculos, por ejemplo, de radio proporcional a la población, podemos conseguir dos pelotillas que se toquen, siendo Valladolid una pelotilla cuya gordura sería casi cuatro veces la de Palencia. Las dibujaremos en rosa. El color de los lechazos ya pelados.
Se come de maravilla; se cultiva el picoteo. El vino: Palencia, que también fue tierra de vinos y volverá a serlo, se sitúa muy próxima a las Denominaciones de Origen de Cigales, de magníficos tintos y claretes, de Rueda, con blancos de moda como los de la variedad verdejo; de Ribera del Duero, con tintos soberbios; de Toro, tierra de tintos subidos de tono. Y podemos seguir saltando casi sin interrupción hasta los siete mares, que serían, Atlántico, Cantábrico, Mediterráneo, el mar de olivos anadaluz, la dehesa salmantina, y así hasta siete.
El Pisuerga, aprovechando que pasará por Valladolid, es fertilizado por los palentinos con moderación castellana. Viene de las hermosas montañas nevadas pasando por Cervera de Pisuerga, acogedora de senderistas y cuatroporcuatristas amantes del charquing. El Norte palentino cuenta con numerosísimos conjuntos e iglesias románicos de belleza singular. Citaré solo uno, muy singular, el Convento de San Andrés del Barranco, en el que reside una comunidad de monjas cistercienses. La visita a su claustro es guiada por una monja que hablará con conocimiento del Convento y su historia, de la Orden, del entorno histórico de lo anterior. Esta monja tan cultivada nos dirá algo que hemos leído por otro lado: el románico se conserva gracias a la pobreza de los tiempos posteriores. Porque si no, todo se habría derribado para actualizarse a otras modas más del día, eso no es nuevo en los humanos.
Palencia está atravesada de Este a Oeste por el Camino de Santiago, ah, pero lo siento, eso no me ha dado tiempo.
Palencia capital está salpicada de románico, de gótico. Entre hermosas calles y plazas, salpicadas también de bares donde picar, de jardines donde respirar.
La gente me ha parecido amable y bienhumorada, elegante en el abrigo, muy sociable. Hay que repasar.
Ya sé que me dejo casi todo, como siempre.













PS.- He puesto una foto de la interesante Iglesia de San Miguel, con su torre almenada que jamás podrá tomar el malvado Lucifer, ni siquiera a culadas y a rabadas.


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