martes, 21 de mayo de 2013

José Cardoso Pires (y Lisboa)



Dicen que José Cardoso Pires nació en la villa de São João do Peso, municipio de Vila de Rei, en el distrito de Castelo Branco el 2 de octubre de 1925. Murió en Lisboa el 26 de octubre de 1998. Si le preguntamos a él dirá que “por acaso, até sou de Arroios. De Arroios, pois, de Arroios.” Y eso es Lisboa. Dice: Infância de janela e solidão. José Cardoso Pires fue un Lisboeta, un alfacinha lechuguino, un lísbio. He leído algunos libros suyos: O hóspede de Job 1963; Lavagante, encontro desabitado, póstumo sobre material de 1963 a 1968; O Delfim 1968 (se llevó al cine); Balada da Praia dos Cães 1982; Lisboa, livro de bordo 1997. Y creo que el maestro va ganando con el tiempo, desde un Hóspede lleno de tópicos a un Lisboa concentrado, cargado de la ironía fechada que canta del lisboeta, de una lírica que se orienta a objetos nada grandiosos, sino más bien de barrio y de taberna.
E acima de tudo há a voz e o humor, o tom e a sintaxe, aquilo que te está, cidade, mais no íntimo. Falo, é claro, do imaginario vocabular e da construção da frase que por si sós se fazem ironia. Ah, sim, uma ironia arguta e tão fechada que pode ir de elogiar em travessura à provocação de mau destino, tal qual como o calão em constante mutação de cada bairro.
Es sobre todo en Lisboa, livro da bordo donde se le ve a él mismo mientras habla de Lisboa, de corvos penteados aos pulinhos, como seguramente él era un homem penteado luzidio y perfumado de Varón Dandy o algo así: peinado con fijador, perfumado de penetrante olor, dandy en sus movimientos medidos pero también mecánicos. Lechuguino que admira o cuspir fininho lisboeta, tantas cosas que yo podría decir que detesto y sin embargo, acompañadas de su fina ironía, de su grandeza sólo arrabalera que podría ser modestia, ya no detesto. También es verdad que el olor a tabaco y a litro y medio de varón dandy (así en minúsculas genéricas) está tan lejos tan lejos que no me molesta.
El Cuervo de esta taberna le debe la vida, podríamos recordar.
Y de Carlos do Carmo dice que, después de Marceneiro y de Amália es quien mantiene la entonación singular de Lisboa en su fado nativo y de barrio.
Cógete el Lisboa, livro de bordo y acércate por Lisboa en cuanto puedas, antes de que se acabe el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario