domingo, 1 de mayo de 2011

Ernesto Sábato

Autorretrato alrededor de los 50 años
¡Uf!


A falta de apenas dos meses para ser centenario ha muerto Ernesto Sábato. Nació en Rojas, Argentina, en junio de 1911. Fue comunista muy joven, hasta que dejó de serlo. Físico, investigador, pronto le entró el gusanillo del oficio de escribidor, contagiado de sus amigos surrealistas parisinos, “heraldos del caos y la desmesura” con los que elaboraba “exquisitos cadáveres” mientras cerraban los bares.

Tiene una larga serie de ensayos y escritos filosóficos. En cuanto a obra literaria, “El Túnel” (1948), que le costó publicar, “Sobre héroes y tumbas” (1961) y “Abaddón el exterminador” (1974).

En los años 1983 y 1984 fue habitual de la prensa internacional como presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, actividad relativa a la dictadura militar argentina, cuya investigación se plasmó en el libro “Nunca Más”.

Ha sido políticamente polémico, personalmente depresivo: "me cuesta mucho escribir, tengo depresiones horribles, me pongo muy nervioso; siento la necesidad de probarme a cada momento y sé que en la próxima línea todo puede fracasar".

Leí El Túnel muy joven y me fascinó: transmite emociones potentes, aunque enfermas, mientras cuenta una historia de fatalidad. En cuanto a Abaddón, juro haberlo intentado leer varias veces sin éxito, así que tengo el libro al lado de otro de Juan Benet, y de cuando en cuando miro sus lomos de reojo. En cuanto a Sobre Héroes y Tumbas, me aplico a leerlo ya mismo, es mi homenaje al autor de El Túnel.



6 comentarios:

  1. Y no te olvides de Abbadón!

    Sábato debe de haber influido mucho en mi forma de pensar en el papel moral de la labor intelectual y artística. Es verdad que por ahí tenemos la influencia de la Compañía en general, de algún docente en particular y de otros escritores. Pero con las novelas de Sábato me sentía subyugado y ocurría algo así como que la evolución de mi propia posición moral ocurría al tiempo de la lectura y que esa evolución era necesaria para seguir desenvolviéndome dentro de la lectura y para terminar con ella.
    Me gustaría que los que hayáis leído "la visión junto al río" de Abbadón hablemos de ella. Álvaro, no te olvides de Abbadón!

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  2. Víctor, he empezado "Sobre héroes...": Sábato es, también aquí, terrible, no me extraña que él mismo quemara sus novelas, te mete en un remolino (¿sumidero?) de vidas patéticas y hay que salir a tomar el fresco para seguir vivo. Para acompañar con Tchaikovski. Supongo que leíste alguno de sus ensayos, ¿eh?

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  3. Pues aparte de algunos escritos en prensa (discurso de entrega del Cervantes por ejemplo)llegué a la mitad de "Hombres y Engranajes", ideas interesantes pero desarrolladas con poca fuerza, quizás no se veía válido dando su opinión. Algo que podría ser chocante, con la estatura moral que llegó a alcanzar, sino fuese porque lo vamos conociendo y podemos suponer que siendo tan honrado y sintiéndose como se sentía no se considerase la persona indicada para proponer cosas.

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  4. Hola Álvaro, que no te hacía de crítico literario. Tu hermano me ha dirigido hacia tu espacio... y te cuento... que hemos escrito de lo mismo. Yo llegué a conocer a Ernesto Sábato, asistí a una de sus últimas conferencias (de eso hablo en el post) y mi edición de "El túnel" tiene su firma temblorosa. La verdad es que era un hombre atormentado, sobrepasado por los enigmas de la existencia, pero en esta conferencia se reconcilia un poco con la vida. Me apunto tu blog para seguirte.
    Un beso, Candela
    http://candelavizcaino.blogspot.com/2011/05/adios-ernesto-sabato.html

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  5. Ea, pues ya he atado un hilo a tu blog. Soy, más que crítico, lector, y comento cosas a esta escala modesta y sin pretensiones: tabernaria.
    Me ha gustado lo que dices de Sábato, la verdad es que viendo su autorretrato ya dan temblores.

    Víctor, con un guía espiritual tan atormentado llegaremos a arrastrarnos por el infierno, sin seguridad (¿esperanza?) de encontrar de nuevo la salida.

    Otro día hablaremos de un tipo que fue feliz trabajando las ideas: Mr Popper (¡da más brillo!)

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  6. Vaya, perdonad mi ignorancia, pero no sabía que lo de "exquisitos cadáveres" fuera un jueguecito de ensamblar ideas a través de las brumas de la ignorancia y las sustancias brumeantes. Vaya hombre, vaya. Perdón, pero a mí el surrealismo me da picores.

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