domingo, 18 de noviembre de 2012

Días de nubes

Son días de nubes, por aquí. No son cúmulos, que claman uno a uno a lo más alto, ni estratos, que nos envuelven con su opaca compañía: más bien son estratocúmulos, capas de nubes relativamente bajas, con base bien definida y cimas más modestas que los elevados cúmulos; su masa se densifica o se aclara por áreas, que pueden mostrar desde grises sombríos a jirones de cielo azul pasando por blancos de algodón.

Ayer me encontré con un frente de muy oscuros grises bajos, blancos iluminados desde el sur, trozos de cielo azul; y aunque por abajo sólo estaba la avenida de la Raza con un tráfico casi apacible, estas nubes merecían desarrollar en vertical una batalla naval o, al menos, un buen atasco con desaforado piterío. Grandioso.

(La foto es de hace unas semanas, en Ronda. En este caso parece verse el resplandor de los cañones a la derecha, pero era el sol que se iba ya hacia el océano, aburrido de no ser el protagonista. Ayuda a imaginar  el momento de las nubes de ayer pensar que el sol estuviera alto, a la espalda del fotógrafo, iluminando los frentes más altos, anulando su transparencia.)

Ahora mismo, sin embargo, cae la lluvia mansamente, iluminada por el sol.

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