Tres
viajeros que vienen del sur entran con su carro en el patio del
Monasterio. Un monje de hábito negro, alto y anguloso, barre con un
gran cepillo de madera al exterior de la puerta. Su figura en
movimiento baraja triángulos. Da indicaciones, jovial: dejarán los
bultos, luego el coche se retirará a su alojamiento tras esa puerta,
protegido del raso, después les atenderá el hospedero. Diligente
dejó el cepillo y nos acompaña en las operaciones, abre la puerta
de la huerta donde residirá el carro, abre la puerta del claustro
neoclásico donde nos atenderá el hospedero. ¿Es Vd padre?,
pregunta un viajero. Sí, padre. Luego sabremos que es el anterior
abad, retirado de sus funciones por cuestiones de salud.
Otro
monje, padre también, sabremos, hospedero sustituto, nos recibe, nos
da instrucciones y nos acompaña a las celdas. Dan al patio de
entrada, a poniente, frente a una enorme secuoya, en segunda planta.
Grandes celdas con una cama pequeña, una mesa con lámpara, un par
de sillas, un cuartito ropero, un cuarto de baño de dimensiones
reducidas.
El
Monasterio está articulado en torno a dos claustros, el neoclásico
y el famoso claustro románico, que a través de la Puerta de las
Vírgenes, vestigio románico de la desaparecida iglesia románica,
comunica con la iglesia, una feorra basílica neoclásica falta de
presupuesto. Los huéspedes compartimos con los monjes esos espacios
que sólo se abren al público durante las visitas. Para ello cada
huésped tiene una llave maestra que le permite el acceso a esas
zonas, además de la llave de su celda. Si tenéis dudas de si podéis
acceder a un área, probad la llave, nos dijo el padre sustituto del
hospedero.
Las
horas del monje están pautadas por la oración, que estos
benedictinos realizan en canto gregoriano: suaves himnos, salmodias,
antífonas, graduales y otros, generalmente en latín, pero alguno en
griego, y también en castellano. La liturgia, los movimientos
reglados estructuran los actos. Si las horas del día se señalan de
1 a 12, y se denominan por su ordinal, tercia, sexta, nona, la
liturgia de las horas tendrá actos antes de la primera hora,
maitines; al comenzar el día los laudes, antes del desayuno; la
tercia, con la que se entrelaza la eucaristía; la sexta sería al
mediodía, la nona, las vísperas, las completas después de la cena.
Las
comidas de los huéspedes se realizan en comedor separado de los
monjes, atendidos por el monje hospedero y sus ayudantes. El máximo
de huéspedes es 20, que se distribuyen en mesas de hasta 4
comensales. Las comidas son sobrias, un poco desdichadas, porque
parece faltar el amor de un cocinero que componga humildes platos sin
recurrir a fritangas de sanjacobos, ni croqueteces ni salchicheces,
¿o buscamos en la fat food el compromiso con los gustos del huésped?
No sabemos qué experiencia anterior les lleva a este punto. El café
del desayuno se resume en liofilizado, a echar al gusto. La comida y
la cena se sirven con agua y vino, alguna aportación de la huerta,
que cuenta con invernadero; fruta. Las servilletas, con su
servilletero, quedan en el casillero del comedor.
Quede
clara una cosa: lo que se paga por día de pensión completa, que son
40 €, no da para quejas; muy al contrario.
La
urdimbre de la liturgia de las horas más la trama de las comidas
dejan los espacios de trabajo y descanso, que estos viajeros destinan
a holganza y descanso. Bueno, estos viajeros han sustituido algunos
paños del tejido monacal de las horas por curiosidades de viajero:
Lerma, la del Duque que está frío y quema, Covarrubias donde vaga el
alma apenada de la princesa Cristina de Noruega; Burgos.
La
enorme secuoya del patio de acceso y el ciprés del claustro albergan
infinitos pájaros, de los que parece que los siseantes estorninos
llevan la voz cantante.
Qué
se puede decir en pocas palabras de la experiencia de deambular por
ese claustro que se vive tan humano, de oír los cantos de origen tan
antiguo, de aceptar la hospitalidad de estos monjes con vocación de
servicio; del ambiente cordial y de buen humor que por allí se
respira: que es una maravilla.
![]() |
Leones trepadores |
Monasterio de Santo Domingo de Silos, 19-22 octubre de 2012.
Notas.
Kyrie:
Página monasterio
http://www.abadiadesilos.es/bienven.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario