martes, 10 de julio de 2012

Vendedor de altramuces

vendedor de altramuces

En los desiertos de la Andalucía profunda me he topado con este singular vendedor de altramuces, que accedió amablemente a ser fotografiado, a cambio de comprarle 0,7 euros de su mercancía.

Debido a su incomprensible lenguaje, que me sonó a una mezcla de lacanismo-deleuzismo con analfabetismo verbal, no comprendí bien si el cartel pregona un breve poema lírico dedicado a su amada o si pregona la mercancía, ya que parece ser que al altramuz las personas incultas de estos pagos lo llaman también chocho, sin que me haya sido posible determinar el origen de esta oscura expresión. Habría en este caso una imperdonable falta de ortografía, incluso de sentido, al confundir la exclamación ay expresión del hondo quejío tan andaluz con el mero enunciativo hay del verbo haber.

Sus pensamientos son transparentes, aunque igualmente analfabetos e incomprensibles. En efecto, adolecen de analfabetismo funcional y hermenéutico por cuanto, sonando al famoso cogito ergo sum, no pasan sin embargo de afanar mero confusionismo.

Por último, no es desdeñable la idea de que es el loro quien lleva la voz cantante de la empresa.


P.S. 11/07/12

Le he trasladado la sugerencia de Sap. Me ha devuelto la foto, creo que pone detrás, "rezuerto", aunque no sé si en realidad es "revuerto":



2 comentarios:

  1. .
    Hubiera sido definitivo: Ay chochete.
    :-)

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  2. .
    Bueno, siempre hay que estar "rezuerto" a rechazar un "revuerto" (por ejemplo, el infame 'rebujito') a favor del zumito de cebada que se hacía allí, al final del la calle Oriente.
    :-)

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