miércoles, 13 de noviembre de 2013

En tierras riojanas

Los viñedos se extienden en pequeñas parcelas siguiendo la orografía del terreno. Ahora las hojas viran de color antes de caer, verdes claros, amarillos, naranjas y rojos, según variedades y exposición. He aprendido que a la mayoritaria Tempranillo la verás roja, mientras que la minoritaria Graciano estará más bien amarillo-verdosa. No, ahora no, eso tiene otra fecha: la semana pasada.
Al Norte hay una cordillera que cierra el valle del Ebro y lo proteje de los vientos de allí. Si te mueves por las tierras de vino de la margen izquierda del río: Elciego, Villabuena, Samaniego, Ábalos, Labastida, Haro..., ¡huy!, para llegar a Haro hemos cruzado el puente sobre el río, aquí más cerca del golfo de Vizcaya que de su Mediterráneo al que busca, y ya lleva buen caudal de aguas de plata. Retomando el hilo: si te mueves por esas tierras verás las viñas, verás las montañas, verás algunas tierras llecas, vacías y sin roturar, aunque pocas, y no adivinarás de qué administración autonómica son tributarias, si de la Vasca o la Riojana, salvo porque de trecho en trecho te encontrarás el cartel correspondiente.
En los pueblos el mosto fermenta, el olor a vino nuevo, a bodega, es universal; por aquí y por allá podrás ver un resto de colores rojizos y morados. Los habitantes son bodegueros; los garajes son bodegas de vinos de expresión, de autor, que puede ser un señor de manos grandes y callosas que conduce los domingos un tractor. Todo el mundo sabe de vino, sin demasiados alardes, disfrutando el vino, los vinos, hay que decir, tan variados al menos como los campos y las personas que los cultivan: las edades, las variedades, las edades de las cepas, las crianzas, las maderas, sus clases, su tostado, si nuevas o viejas...
Y ya que se ponen a hacer vinos ricos y cuidadosos para los gustos más variados, se ponen también con la cocina, y entonces ya dan ganas de afincarse allí.
Decía el trasmontano Miguel Torga que en los cementerios de su tierra los hombres esperan convertirse en ciprés y en granito; aquí esperan ser cepa, envejecer de cepa, ser vino y revivir.

4 comentarios:

  1. que bonito!!!!
    Las fotos son tuyas también? preciosas...

    qué peaso de tierraaaa!

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  2. ¡Claro que son mías! De la semana pasada, en Samaniego.
    Creo que algo de esa savia va por tus venas, ¿eh? Peaso tierra.

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  3. Te podrian contratar en el consejo regulador ,como embajador de estas tierras.
    Tu vision es concisa, exacta , poetica y muy acertada .
    La corroboro como compañero de este viaje iniciatico .
    en la escala Parker 98 /100

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  4. Jo, jo, ya me gustaría andar por ahí predicando vinos. Pero como dijo aquel bodeguero que tú y yo sabemos quién es pero no vamos a citar: ¡esto es un negocio de borrachos!

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