jueves, 9 de agosto de 2012

Sevilla: agosto profundo

Cuarenta grados al anochecer, afortunadamente no todos los días, pero sí estos.
Ruge sin descanso el aire acondicionado de la oficina. En la calle, el aire caliente evapora el asfalto.
Cuarenta grados al anochecer; de noche, sopla solícito el esplit (des)velando el sueño.

El cerebro se desdobla: una parte en ruedecillas que giran al compás de los rugidos y soplidos del respirador artificial, otra parte repite la misma canción, un trozo, una y otra vez. Otra parte más, ésta sí es la segunda, ésta sí, atiende las subcontratas de la primera.

Qué canción; cualquiera. ¿Vale Rudy, a message to you ?

Aha-a Rudy, a message to you
Rudy, a message to you

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